El Chino del mabil "M"

 El chino del mabil “M”

Malaya una madrevieja pa’ pescar una guabina, una vaca paridora que me sirva de madrina, olorcito de mondongo en la puerta e’ la cocina y un botalón madrinero que en la sabana se empina. Mancha es el grupo e’ ganado en los llanos de Barinas que levantan un polvero que parece una neblina, el mechuzo es el candil de la noche decembrina y que alumbra las parrandas cuando hay fiesta en la cantina. El manare es una cesta pa’ cernir en la cocina, los granos y el almidón deja la harina bien fina. Maraco es el más pequeño de los hijos e’ la vecina a la que un mato pollero mató ayer una gallina Buscó entre sus macundales una vieja carabina pa’ acabar con el macán y no quedarse en la ruina. Peló el mingo y le pegó, mató a  una vaca barcina y su dueño era un musiú que venía de la china. Era un muérgano ese tipo daba fiebre a la quinina, era el jefe de un mabil, un burdel que está en la esquina y tenía más morocotas que un rosal tiene de espinas que en la múcura escondía parecía una pimpina.

Volviendo a la montonera que se armó con la vecina el chino agarró un mapire de moriche con resina y llegó hasta la majada cargado de adrenalina, peló por un mandador y se puso una boina. Se echó un palo e’ mistela del tamaño e’ una piscina, se escondió tras un mogote y se armó la chamuchina. La vieja vestía un mandil terciopelo y muselina, sentada en el mojinete se peinaba la pollina. Parecía un maruleto viendo a la vieja asesina, el chino cual motolito se tomó dos aspirinas, se moneó por una mata como quien anda y camina, cuando se acercó a la vieja la vieja lo miró asina. Era pura marramucia peló por la carabina, que mabita la del chino voló como golondrina le pegaron en el pecho quedó vuelto fosfatina porque la vieja de cerca nunca falla, siempre atina.