“F” en dodecasílabos
A la “F” toca ahora en la secuencia algo fácil porque yo soy un faculto demostrando que no soy ñero, soy culto y en mi prosa lo que busco es trascendencia. La falseta se la pongo a mi padrote un castaño de una gran envergadura le arregla el paso si va por la llanura y lo llevo suavecito al pasitrote. Llevo en la silla guindando mi talega para llevarme pa’l rancho algunos granos pero tengo que decirle a Usted mi hermano pa’ medirlos lo que se usa es la fanega. Allá en mi llano se le llama filistrín al hombre joven que viene de la ciudad y no será que esto es por casualidad que a ese individuo se le llame patiquín. Normalmente el filistrín es farolón es ostentoso parecido a un pavo real si monta en pelo va a parar a un barrial con la crisma pegada de un botalón. Firifirito es el flaco pa’l veguero es tan flaco que cuando anda no hace ruido y de tanto llevar palo se va fuído va diciendo ¡ay mamá cayó frutero! El fustán es casi igual que el fustansón una prenda delicada y femenina es la enagua que ahora el tiempo la elimina se llevaba debajo del camisón. Un negocio que va mal es frangollado pues seguro se botó todo el dinero. tiene deudas y perdido por entero debe todo, es el fin, está arruinado. Frasquitero es el tipo entrometido que se mete donde nunca lo han llamado es sabroso, es cansón y está sobrado por parejero siempre sale despedido. Mi caballo, el rucio-moro es frontino porque tiene en su frente blanca mancha cuando corre por la sabana tan ancha es centella, es un rayo, es aerodino |
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Escribe un verso aunque no rime